Fantasmas en el Hospital del Tórax
Dicen
que en ese lugar se aparecen frecuentemente fantasmas y otras entidades
del más allá. Uno de los casos más sonados acerca de este tipo de
leyenda urbana fue el que le ocurrió a la enfermera Wilma Huañapaco,
quien un día 4 de agosto había hecho doble turno.
El
reloj marcaba 1.55 am y ella estaba alistando los documentos de los
pacientes a los que había atendido, para entregárselos al encargado del
siguiente turno, cuando comenzó a sentir que el ambiente se tornaba
sumamente denso.
A
su cuerpo lo invadió una sensación de tremenda pesadez. Era como si algo
la estuviera deteniendo en la silla. Inclusive, otras de sus funciones
corporales como el habla, el olfato, el oído y la vista también se
vieron afectadas.
Como
pudo, giró la cabeza hacia atrás y observó la silueta de un hombre de
gran estatura, quien lo envolvía una extraña luz de color verde. Luego
la figura desapareció y Huañapaco pudo continuar con sus labores como si
nada hubiera pasado.
Ella
afirma que no se trató de ninguna alucinación, ya que estuvo despierta
en todo momento, principalmente porque una enfermera no puede dormir
cuando hay muchos pacientes enfermos a los que atender.
Por
otro lado, también refirió que este tipo de experiencias
extrasensoriales han sido parte de su vida desde su infancia, ya que a
muy temprana edad era capaz de percibir la presencia de espíritus.
Lo
cierto es que, en ese nosocomio, no es el único caso que se ha
reportado, puesto que hay informes en los que se asevera que algunos
camilleros también han visto fantasmas de todo tipo, principalmente a un
hombre que camina por los pasillos de urgencias. Su seña particular es
que no tiene cabeza.
Vale
la pena mencionar que el Hospital del Tórax (algunos lo conocen con el
nombre de Hospital General» se ubica muy cerca de la morgue. Esto tal
vez pueda explicar el motivo por el que los fantasmas acuden a él con
cierta frecuencia.
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